Si tienes un jardín con árboles, especialmente árboles frondosos, puede ser que notes como alrededor de los mismos tu césped no está verde y brillante como en otras zonas. Esto se debe a que la copa de los árboles no dejan pasar el sol hasta el suelo y estas áreas pueden estar a la sombra prácticamente todo el día, por lo que le césped no realiza la fotosíntesis como es debido.
Una solución a esto la tienes en el suelo césped artificial el cual se mantiene verde durante todo el año sin importar la climatología. Pero quizás te surjan algunas dudas sobre la compatibilidad de este tipo de césped con los árboles.
¿Qué ocurre con las raíces más abultadas?
Si tienes un tipo de árbol con raíces muy externas es posible que no puedas acomodarlas bien con el césped artificial. Sin embargo, en la mayoría de los casos las raíces externas solo están en la base del árbol, por lo que muchas personas crean un espacio alrededor del árbol, un cerco a modo de jardinera, en el que la tierra está al descubierto.
De esta forma, cubren el resto del campo con césped artificial y esa zona la pueden dejar al natural o cubrir con piedras ornamentales, según la apariencia que se quiera dar al jardín. No obstante, hay que elegir bien el tipo de árbol con el que se va a combinar el césped artificial ya que hay especies que son más propensas a que sus raíces crezcan demasiado o se eleven y esto puede ser un problema a medio plazo no solo para tu césped, sino incluso para estructuras que puedas tener en el jardín.
¿Llegará el agua a las raíces del árbol?
Esta es otra pregunta muy común. Algunas personas tienen miedo a que el césped artificial no permita que el agua llegue al árbol y este acabe muriendo. Pero lo cierto es que no es así. Cuando se instala un césped artificial de calidad una de las cosas que se tienen en cuenta es que este filtre bien el agua para evitar que se hagan charcos en la superficie.
El suelo absorberá el agua que necesite. Solo debes de asegurarte de que el césped es de buena calidad, algo que no solo te interesa por la vida de tu árbol, sino también porque el jardín no acabe abnegado de agua cada vez que llueva.