El otro día, paseando por el centro de Madrid, me sucedió algo muy curioso. Estando en la zona centro, visitando los escaparates y zonas de tiendas, me encontré en varios casos con césped artificial utilizado para la decoración.
Encontré césped artificial como superficie decorativa de apoyo en todo un escaparate de ropa para deporte, habiendo desde botas de fútbol hasta zapatos de montaña y bañadores de todo tipo.
Entrando en una relojería en busca de un detalle para un familiar, la sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta que, una colección entera de una marca de relojes y joyas estaban expuestos sobre pequeños trozos de césped artificial. Me resultó curioso e impactante lo bonito que resultaba y lo que destacaba en el escaparate.
Y por último, y lo más extraño y original, fue al entrar en una tienda de arte, cuando al fondo, veo un cuadro realmente precioso de un paisaje primaveral y me doy cuenta que…¡el marco estaba decorado con césped artificial! y tengo que decir que, el resultado era admirable. EL detalle de realidad que le otorgaba el césped a la obra, era perfecto y complementario con los dibujos de pastos y flores.
Muy contento volví a casa pensando en la maravillosa implantación generada en nuestra sociedad, de un producto en el que tanta fe y confianza tenemos desde nuestra empresa.