Si quieres que tras el verano tu césped artificial se vea igual de bonito que el primer día, te ofrecemos una serie de consejos y recomendaciones para que puedas conseguirlo fácilmente.
Colocar muebles en el césped artificial
Se pueden colocar muebles en el césped artificial pero lo que no se debe de hacer nunca es arrastrarlos sobre la hierba. Al arrastrar los muebles es fácil tronzar las briznas y que de esta manera se deterioren. Incluso se pueden soltar los enganches del césped.
A no ser que los muebles vayan a quedar fijos en una sitio y para siempre, se recomienda moverlos de vez en cuando para cepillar la hierba y que de esta manera el césped se vuelva a ver sin marcas.
Cuidado con las sombrillas
Evita clavar las sombrillas en el suelo ya que si haces esto estarás causando un agujero en la red del césped y esta se verá siempre. Usa una base para sombrilla y procura no dejarla mucho tiempo en el mismo lugar ya que su gran peso puede hacer que queden marcas en el campo.
Las barbacoas y el césped artificial
El verano y las barbacoas son una combinación perfecta pero tienes que tener cuidado con la hierba artificial ya que se puede quemar si caen sobre ella ascuas. El césped es de plástico y aunque aguanta muy bien el calor y tiene tratamiento para evitar que arda, puede derretirse y dañarse si cae sobre el mismo carbón encendido.
Si quieres hacer una barbacoa lo mejor es que la realices en una zona en la que no haya césped o que crees un entorno seguro con un protector que evite que el suelo pueda estropearse en caso de algo caiga sobre el mismo.
Los juegos de los niños
Los niños y también las mascotas pueden jugar sobre el césped artificial sin problemas. No obstante hay que advertir a los pequeños de que están sobre hierba sintética y no natural para evitar que puedan tratar de hacer un agujero o cualquier otra cosa que dañe el campo.
Si en el jardín va a haber habitualmente niños que juegan a la pelota o corren mucho sobre la hierba se debe de elegir un césped que sea suficientemente resistente para soportar todo el trajín que esto supone sin deteriorarse.
Regar para refrescar la hierba
El campo se debe de regar para refrescar la hierba y también para eliminar los restos de polvo y de contaminación que se van depositando sobre el jardín. Para esto puedes emplear diferentes métodos. El más cómodo es usar una manguera con la que puedes mojar todo el campo como harías si regaras el césped, pero sin tener que incidir demasiado en cada zona ya que no necesitas que la tierra absorba agua.
Si tenías un sistema de riego para césped convencional puedes conservarlo con el césped artificial y encenderlo para refrescar la hierba o limpiar. Es práctico y además te olvidas del asunto al dejarlo programado.
Limpieza más frecuente y uso de higienizadores
Durante el invierno es suficiente con limpiar el césped una vez cada quince días pero en verano, si le das mucho uso al jardín, puedes hacerlo una vez por semana. Así, no solo garantizas limpieza, también frescor en la hierba. Los días de mucho calor puedes regar imitando lluvia para que todo el campo se refresque un poco sin empaparlo.
Los higienizadores son muy importantes en hogares en los que conviven niños pequeños y mascotas, ya que estas a menudo van a hacer sus necesidades en el jardín en el que luego los niños podrán echarse al suelo y jugar. Estos productos garantizan la eliminación no solo de la orina, sino también la desinfección del suelo para que los pequeños puedan estar en un entorno seguro y sin correr ningún riesgo.
Es interesante enseñar a la mascota a hacer sus necesidades solo un área concreta del jardín. Es una tarea que puede llevar un tiempo pero la mayoría de los animales aprenden sin dificultad. Así solo habrá que higienizar esa zona.
Manchas difíciles
En algunas ocasiones el césped puede sufrir el efecto de manchas complicadas de quitar que no salen con un simple riego o de objetos que pueden adherirse. Un ejemplo fácil de ver son los chicles de los niños que pueden acabar pegoteados en la hierba artificial. Si esto sucede, para quitarlo sin dañar la hierba solo tendrás que aplicar un cubito de hielo. Cuando el chicle se congele saldrá sin problemas.
Respecto a otro tipo de manchas que se han quedado impregnadas pueden limpiarse con amoniaco rebajado con agua. Se limpia con un paño impregnado en este producto y, acto seguido se moja y se cepilla para que quede impecable y no queden restos del limpiador. Para evitar el olor del amoniaco se pueden usar ambientadores con olor a hierba que dejarán una agradable sensación en el ambiente.