Si estás pensando en instalar césped artificial, seguramente te has hecho la gran pregunta: ¿qué se debe colocar realmente debajo del césped artificial? Esta decisión es crucial porque la base define buena parte del resultado final: desde la comodidad y el aspecto, hasta la durabilidad, el buen drenaje y la facilidad de mantenimiento. Hoy vas a descubrir todos los detalles para que tu proyecto luzca impecable y dure muchos años sin complicaciones.
¿Por qué es tan importante la base del césped artificial?
Aunque a simple vista instalar césped artificial parece simplemente desenrollar un tapete verde, lo cierto es que la preparación previa lo es prácticamente todo. La base correcta no solo proporciona estabilidad y nivelación, sino que también ayuda a evitar problemas frecuentes, como desniveles, cúmulos de agua, aparición de malas hierbas y desgaste irregular.
Si saltas este paso, te arriesgas a encontrar un jardín irregular, charcos tras la lluvia o un césped que pierde calidad en poco tiempo. Por eso, conocer qué materiales son los ideales para poner debajo del césped artificial y cómo aplicarlos es la clave para disfrutar de una superficie bonita y funcional.
¿Qué materiales se pueden usar como base?
Los materiales que elijas como soporte dependen del lugar de instalación: ¿tienes un jardín de tierra, una terraza de baldosa, un ático o quieres ponerlo en interior? Sin embargo, existe una estructura básica recomendada que funciona en la mayoría de los casos y garantiza un resultado profesional.
Sub-base granular
Para suelos de tierra o jardines naturales, lo habitual es empezar por nivelar y compactar el terreno original. Después se coloca una sub-base, formada generalmente por una mezcla de grava y arena. Esta combinación garantiza un terreno estable y drenante, evitando hundimientos y charcos tras las lluvias.
- Grava: Favorece el drenaje natural del agua y aporta firmeza a la superficie.
- Arena: Proporciona un nivelado uniforme y una base agradable al tacto.
Geotextil
Una vez nivelada la sub-base, conviene extender una malla geotextil entre la mezcla de arena y grava y el césped artificial. Esta malla actúa como barrera contra las malas hierbas, mantiene separadas las capas de la base y asegura que la estabilidad y el drenaje se mantengan a lo largo de los años.
Base drenante
En zonas propensas a acumulación de agua, como áreas con lluvias frecuentes o suelos poco porosos, la solución está en las bases drenantes. Estas láminas plásticas o módulos especiales ayudan a evacuar el agua rápidamente, evitando encharcamientos y prolongando la vida útil del césped.
Espuma o base acolchada
Si en tu espacio hay niños, mascotas o simplemente buscas mayor amortiguación, puedes añadir una capa de espuma especial antes de instalar el césped. Esta espuma, fabricada para césped artificial, aumenta la comodidad, reduce el impacto y protege la base original de golpes y temperaturas extremas.
Además, en zonas de juegos, escuelas infantiles o patios donde se prevén caídas o mucho tránsito, la base acolchada se vuelve casi imprescindible para ganar seguridad.
¿Qué arena se pone debajo del césped artificial?
La pregunta sobre la arena siempre aparece: ¿qué tipo es la más adecuada bajo el césped artificial? En instalaciones sobre tierra, la estrella es la arena de sílice. Este tipo de arena no solo permite nivelar la base a la perfección, sino que además es la mejor aliada contra la humedad y los desajustes del terreno.
Características de la arena de sílice
La arena de sílice tiene una granulometría controlada, lo que significa que ni se apelmaza como cemento ni se dispersa con facilidad. Esa propiedad ayuda a conseguir una compactación estable, donde el césped artificial puede asentarse firme y cómodamente. Su resistencia al paso del agua evita encharcamientos y problemas de humedad.
Además, la arena de sílice actúa como soporte para el césped, mantiene las fibras en posición y aporta una sensación muy agradable al pisar.
¿Cuánta arena de sílice es necesaria?
La cantidad puede variar según el tipo de proyecto, pero en la mayoría de los casos se recomienda una capa de entre 3 y 6 centímetros de grosor para garantizar un buen soporte y nivelación. Para aplicarla correctamente, es fundamental extender la arena de forma uniforme y compactarla bien con una bandeja vibratoria, apisonadora o rodillo pesado.
En terrazas y suelos duros puedes reducir el espesor a solo un par de centímetros, principalmente para igualar pequeñas diferencias y mejorar el rendimiento del césped.
Errores comunes con la arena
Muchas veces se utiliza arena de baja calidad, arena de playa o arena de obra como alternativa. Aunque parezca tentador ahorrar, estas opciones pueden provocar grandes dolores de cabeza: la arena muy fina es inestable y se desplaza con facilidad, mientras que la arena de playa se compacta mal y favorece la aparición de maleza y malos olores.
La arena de sílice, aunque algo más costosa, es la que realmente aporta estabilidad, durabilidad y condiciones óptimas para tu césped artificial.
¿Qué poner debajo del césped artificial en una terraza?
Cuando el proyecto es en una terraza, balcón o ático con suelo de baldosa, la preparación de la base tiene objetivos distintos a la instalación sobre tierra: hay que nivelar sin comprometer la impermeabilización existente y proteger el pavimento original. El enfoque se centra en lograr máxima comodidad, aislamiento y fácil mantenimiento.
Base aislante o foam
Para terrazas, la mejor opción es el foam o base aislante específica para césped artificial, que se vende en rollos. Esta base aporta cierta flexibilidad y amortiguación, reduciendo la dureza de la baldosa, aislando térmica y acústicamente, y sirviendo de protección frente a humedad o arañazos. Además, es fácil de instalar y se adapta al contorno del espacio.
Malla geotextil y césped
Tras el foam, muchos expertos recomiendan añadir una capa de malla geotextil para obstaculizar el paso de polvo o pequeñas partículas de suciedad, lo que favorecerá la limpieza y prolongará la vida útil del césped. Una vez colocadas estas capas, ya puedes instalar tu césped artificial, fijándolo con cinta adhesiva resistente, velcro de exterior o adhesivos especiales.
¿Hace falta arena?
A diferencia del montaje en tierra, en terrazas casi nunca es necesario usar arena de sílice como base para nivelar. El foam ya proporciona una superficie lisa y acolchada. Sin embargo, si el césped es de fibras largas o buscas que permanezca siempre erguido y perfecto, puedes esparcir una fina capa de arena de sílice sobre el propio césped una vez instalado. Esto ayuda a mantener las fibras verticales y contribuye al buen drenaje superficial tras la limpieza o lluvias ocasionales.
Consejos y recomendaciones de los expertos
Compacta bien cada capa
Siempre compacta muy bien cada capa: tanto la grava como la arena deben quedar firmes y estables. Unos minutos extra con herramienta adecuada evitan ondulaciones y hundimientos a futuro. Si el terreno es irregular, es clave nivelar y apisonar lo máximo posible antes de continuar.
Evita improvisaciones que salgan caras
No caigas en la tentación de recurrir a materiales baratos o reciclados como tierra común o escombros. Estas decisiones acaban restando calidad y arruinan el trabajo: las malas bases generan baches, charcos y mal olor. La inversión en buenos materiales garantiza un espacio más bonito y fácil de mantener.
Drenaje siempre a punto
El césped artificial por sí mismo drena muy bien, pero solo si la base lo acompaña. Si tu zona recibe mucha lluvia, incorporar una base drenante y dar ligera pendiente al terreno evitará problemas de aguas estancadas y hongos. Nadie quiere pisar un césped encharcado.
Si tienes dudas, cuenta con un profesional
Los terrenos irregulares, muy duros o propensos a humedad son más complicados. No arriesgues tu inversión: si te genera inseguridad la instalación, confía en un instalador de césped artificial que sabrá adaptar la base y los materiales a tu caso. Así tendrás un acabado de calidad y ahorras tiempo y esfuerzo.
¿Te animas a renovar tu espacio?
Ahora que ya sabes qué poner debajo del césped artificial, solo falta poner manos a la obra y transformar tu jardín, terraza o ático en un lugar siempre verde, fácil de cuidar y cómodo para todos. La clave está en dedicar atención a la base, porque ahí empieza el secreto de un césped artificial sin problemas y siempre bonito.